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EL ARTE DE ESCUCHAR LA ESPALDA

MASAJE Y PERCEPCIÓN CON PELOTAS DE TENIS

 

Una propuesta de Martine Le Chenic para afinar la sensibilidad vertebral antes de la práctica y despertar la presencia desde lo más profundo.

 

“Esté plenamente presente ante las más mínimas sensaciones para reconocer el estado de su columna.”

— Martine Le Chenic

 

A menudo, buscamos ajustar la postura desde fuera, olvidando que el camino hacia el centro puede comenzar en lo más sutil. La técnica que propone Martine Le Chenic con dos pelotas de tenis no es solo un masaje: es una práctica de percepción profunda, un diálogo íntimo con los músculos que sostienen la columna y con la energía que fluye a través de ella.

 

El cuerpo como mapa sensible

 

Antes de una práctica postural exigente, esta propuesta invita a entrar en contacto con uno mismo de forma simple y directa: tumbado en el suelo, con dos pelotas de tenis colocadas en una media, se inicia un recorrido pausado a ambos lados de la columna. No hay que apresurarse. Cada vértebra tiene algo que decir.

 

“Insista en los lugares más sensibles… penetre en el lugar elegido con pequeñas exhalaciones finas y localizadas.”

 

Con estas palabras, Martine nos recuerda que el trabajo no está en forzar, sino en afinar la presencia. El contacto con las pelotas nos permite localizar tensiones profundas, zonas dormidas o hipersensibles. Y es desde ahí —desde la respiración que suaviza, desde la conciencia que observa sin juicio— donde empieza la transformación.

 

Un ritual sencillo, una práctica poderosa

 

Esta técnica puede parecer pequeña, incluso incómoda. Pero como todo lo que propone Martine, tiene una dimensión interna poderosa. En lugar de imponer un ritmo o una forma, se nos pide algo más difícil: escuchar, esperar, soltar.

 

  • Se trabaja desde la base: el sacro como ancla, inicio del recorrido.
  • Se asciende poco a poco: vértebra por vértebra, sin prisas.
  • Se dedica un tiempo especial a la séptima cervical, punto de transición clave entre columna y cráneo.

 

¿Qué aporta esta práctica a nuestra secuencia?

 

Incorporar este masaje antes de una clase cambia por completo la disposición interna del estudiante. Es como afinar un instrumento antes de tocar: el cuerpo está más receptivo, más claro, más dispuesto.

 

Además, genera una conexión emocional y energética con la columna, que deja de ser una estructura pasiva para convertirse en el eje vivo y vibrante del asana.

 

Una invitación

 

Prueba esta práctica sin expectativas. No busques resultados inmediatos. Solo escucha.

 

Tu columna tiene algo que decirte.

 

Y tú, ahora, estás dispuesta/o a oírla.

 

 

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